En noviembre del mismo año, ya no podía ser.... Más de un mes sin poner el poto en movimiento!! Así, que decidimos ir a Huilo-Huilo, que aunque tenga nombre de fantasía es real y es una reserva de la biosfera (Os recomiendo ver link). Nos habían hablado muy bien del lugar y sobre todo de los hoteles de allí. Uno, la Montaña Mágica, y de verdad que era mágica. No sé si se apreciará en la foto, pero uno de lejos cree que es una montaña, y de cerca resulta que es un hotel. El otro, El Baobab, un hotel construido alrededor de un roble gigante, a mí me pareció que tenía cientos de metros, pero seguro no es tanto.

De todas maneras, y por llevar la contraria (bueno y porque el precio era mejor), nos fuimos a otro hotel, el hotel Marina del Fuy, que tampoco tenía nada que envidiarles. Si bien no estaba rodeado de naturaleza vegetal, estaba a la orilla de un lago, el lago Pirehueico, con su puerto y transbordador que atraviesa el lago para llegar al paso fronterizo Hua-Hum, pueblo cercano a San Martín de los Andes, ya tierra Argentina. Y acertamos también a nivel gastronómico, pues su chef, es uno de los más reconocidos de todo chile. Claro Cris!! Así que nos supo de rechupete la pizzeta de jabalí!!!

Allí tuvimos la oportunidad de andar a caballo (para mi la primera vez!! Para Jose y Cris, bufff, ya expertos. Yo preocupada por cómo agarrar las riendas y ellos haciendo carreritas. También hicimos trekking, para lo cual pagamos a una chica. Después pensamos que no nos había ni hecho falta, pues nos llevó galopando, y para eso ya habíamos montado a caballo.